Las lluvias en Pakistán provocan más de 200 muertes en 24 horas y elevan el número de víctimas del monzón a más de 500.
Unas 200 personas mueren en Pakistán por lluvias en 24 horas
Las lluvias en Pakistán han dejado un saldo trágico de al menos 200 personas fallecidas en las últimas 24 horas, elevando a más de 500 el número de víctimas desde el inicio del monzón a finales de junio. Este fenómeno extremo afecta principalmente al norte del país, donde la geografía montañosa y la infraestructura limitada dificultan las operaciones de rescate y asistencia a las comunidades afectadas.
Balance preliminar de víctimas
La provincia de Khyber-Pakhtunkhwa, fronteriza con Afganistán y caracterizada por su terreno montañoso, registró 180 de las 200 muertes confirmadas, según la Autoridad Provincial de Gestión de Desastres. Otras nueve personas perdieron la vida en la región de Cachemira administrada por Pakistán, mientras que en la Cachemira administrada por India se reportaron al menos 60 víctimas y alrededor de 80 personas continúan desaparecidas. La magnitud de las lluvias ha causado inundaciones repentinas, deslaves y cortes de comunicación que dificultan la evaluación completa de los daños.
Acciones de rescate y complicaciones
Los equipos de rescate locales y residentes han trabajado sin descanso en lluvias en Pakistán para asistir a las comunidades afectadas. Sin embargo, las lluvias en Pakistán han complicado estas operaciones. Un helicóptero que transportaba víveres e insumos de rescate se estrelló antes de llegar al distrito de Bajaur, causando la muerte de los cinco miembros de su tripulación, incluidos dos pilotos, según informó Ali Amin Gandapur, ministro principal de la provincia.
Las autoridades provinciales han declarado numerosos distritos como zonas siniestradas y han enviado refuerzos para alcanzar aldeas aisladas debido a la accidentada geografía. Las lluvias torrenciales han provocado el colapso de carreteras y puentes, mientras que ríos y arroyos desbordados han dejado comunidades enteras incomunicadas y en riesgo de nuevas inundaciones.

Impacto en la infraestructura y servicios
El impacto de las lluvias en Pakistán ha sido devastador para la infraestructura del país. Escuelas, hospitales y viviendas han sufrido daños importantes, dejando a miles de personas sin acceso a servicios básicos. Las autoridades locales han instalado refugios temporales en escuelas y edificios públicos para proteger a los desplazados, pero la falta de suministros y la logística limitada continúan siendo un desafío crítico.
Los cortes de electricidad y agua potable se han multiplicado, lo que agrava la situación sanitaria y aumenta el riesgo de enfermedades transmitidas por el agua. La Cruz Roja y diversas ONG internacionales han activado sus planes de emergencia, enviando ayuda humanitaria, alimentos y medicinas a las zonas más afectadas.
Contexto climático y vulnerabilidad
Pakistán, con más de 255 millones de habitantes, es uno de los países más vulnerables al cambio climático. En los últimos años, el país ha enfrentado inundaciones masivas, desbordamientos de lagos glaciares y sequías prolongadas. Los científicos advierten que estos fenómenos extremos se intensificarán debido al calentamiento global, aumentando la frecuencia y severidad de desastres naturales como los observados durante el actual monzón.
Las lluvias intensas que provocaron las recientes inundaciones forman parte de un patrón climático que amenaza con afectar la seguridad alimentaria, la economía y la estabilidad social en varias regiones del país. Las autoridades han llamado a la población a mantener precauciones y a seguir las instrucciones de evacuación en las áreas de mayor riesgo.
Historias de víctimas y comunidades afectadas
En Salarzai, distrito de Bajaur, allegados y residentes ofrecieron oraciones por las víctimas de las inundaciones repentinas y monzónicas. Las familias que perdieron a seres queridos enfrentan ahora la devastación de sus hogares y la pérdida de pertenencias esenciales. Muchos vecinos han formado cadenas humanas para rescatar a personas atrapadas en casas inundadas o arrastradas por la corriente, mostrando la solidaridad de las comunidades frente a la tragedia.
El impacto psicológico en los sobrevivientes es significativo, especialmente en niños y ancianos. Organizaciones locales han establecido centros de apoyo emocional y psicológico para ayudar a las personas a sobrellevar el trauma, mientras que el gobierno trabaja para reconstruir las zonas afectadas y restablecer los servicios básicos lo antes posible.
Coordinación internacional y ayuda humanitaria
La magnitud de las lluvias en Pakistán ha despertado la atención internacional. Naciones Unidas, la Cruz Roja y diversas ONG han coordinado esfuerzos con las autoridades pakistaníes para enviar equipos de rescate, alimentos, agua potable y medicinas. La colaboración internacional busca minimizar el impacto de la catástrofe y acelerar la recuperación de las zonas más afectadas.
Expertos en gestión de desastres han destacado la importancia de implementar sistemas de alerta temprana más eficientes y mejorar la infraestructura para resistir fenómenos naturales extremos, considerando que Pakistán seguirá enfrentando lluvias monzónicas intensas en los próximos años.
Medidas preventivas y reconstrucción
Ante la situación, el gobierno de Pakistán ha anunciado la creación de planes a largo plazo para reforzar la infraestructura de ríos y drenajes, construir viviendas resistentes a inundaciones y capacitar a equipos de rescate especializados en desastres naturales. La prevención y la educación comunitaria serán clave para reducir pérdidas humanas y materiales en futuras lluvias monzónicas.
Enlace interno y fuente externa
Para más información sobre desastres naturales en Asia, consulta nuestra nota relacionada: Inundaciones y emergencias climáticas en Asia: impacto y prevención. Fuente externa: DW.
