La incautación de cocaína en el Pacífico dejó un saldo contundente: 1,5 toneladas de droga y la detención de seis personas, entre ellas cinco de nacionalidad mexicana, en una operación que evidencia una escalada en la lucha marítima contra el narcotráfico.
Detalles del operativo Incautación de cocaína en el Pacífico
La operación se llevó a cabo en aguas internacionales del Pacífico, donde, tras detectarse una embarcación sospechosa, se inició un operativo que permitió interceptar el cargamento. Tras el abordaje, fueron identificadas y detenidas seis personas—cinco mexicanas y una de otra nacionalidad—y se confiscó aproximadamente 1.500 kg de clorhidrato de cocaína.
Contexto regional y antecedentes recientes
Este tipo de operaciones no es aislado. Por ejemplo, en diciembre de 2024, la Armada de Colombia incautó en aguas del Pacífico colombiano, cerca del Valle del Cauca, 1,5 toneladas de cocaína tras naufragar la embarcación que transportaba el alijo, y fueron rescatados tres tripulantes que posteriormente quedaron detenidos.
Asimismo, en febrero de 2025, un operativo similar permitió la incautación de más de una tonelada de cocaína —1.020 kilos— y la captura de tres colombianos en una persecución cercana a Tumaco.
La dinámica del corredor marítimo del Pacífico
El Pacífico se ha consolidado como una ruta clave para el narcotráfico global. Tanto la UNODC como analistas en seguridad destacan que alrededor del 80 % de los decomisos de cocaína están vinculados al tráfico marítimo. Este corredor conecta América Latina con mercados tan lucrativos como Australia y Nueva Zelanda.
En 2025, se han reportado descubrimientos alarmantes: un “narco-submarino” fue hallado abandonado frente a las Islas Salomón, y en Polinesia Francesa se incautaron 1,646 toneladas de cocaína y más de 232 kg de metanfetamina en un yate con origen mexicano.
Estos hallazgos reflejan cómo las rutas marítimas, la limitada vigilancia y la diversificación de métodos —submarinos semisumergibles, yates, contenedores con ocultamiento sofisticado— están configurando el nuevo rostro del narcotráfico transoceánico.
Repercusiones y enfoque estratégico
Este nuevo golpe al narcotráfico evidencia la intensificación de los esfuerzos navales y de inteligencia en la región. No solo afecta financieramente a organizaciones criminales, sino que obliga a reforzar la cooperación internacional entre fuerzas navales y judiciales, especialmente en operaciones conjuntas.
Además, incrementa la presión política para fortalecer la vigilancia costera, la capacitación de patrullas navales regionales y el intercambio de información entre agencias migratorias y antidrogas.

¿Qué sigue hacia el futuro?
Frente a esta situación, los países costeros del Pacífico deben coordinar una estrategia firme, que incluya patrullajes más frecuentes, inversión en tecnología de detección y alianzas judiciales. Solo así se podrá enfrentar la evolución de las tácticas del narcotráfico, incluyendo naves semisumergibles y redes ocultas de distribución.
La comunidad internacional también debe sostener su compromiso en apoyar estas acciones, sabiendo que el Pacífico se ha convertido en un corredor estratégico no solo por su vastedad, sino por su vulnerabilidad institucional. La presión debe continuar. Para más información de Incautación de cocaína en el Pacífico síguenos en nuestra página