2025-01-08
Nuevo Mundo – 96.1
Lo que ha echado de menos el FC Barcelona a Lamine Yamal ya es cosa del pasado. El regreso del talento azulgrana tras su lesión en el tobillo devolvió la magia a todo el equipo que, tras reconocerse de nuevo, firmó el pase a la final de la Supercopa de España ante un mermado Athletic Club, sin Sancet ni Nico Williams (en la primera parte).La grada le demostró su clara predilección a Yamal desde el principio, con una serenata de admiración en sus dos primeras y ovacionadas intervenciones llenas de calidad. Pero por donde estaba fraguando el gol fue, paradójicamente, en la otra banda.La intensidad de Gavi le devuelve el carácter al BarçaPor la izquierda empezó a desatarse Pedri, con conducciones endiabladas que desatascaron el juego azulgrana, y la descargó para que Balde hiciera la asistencia más clásica del fútbol. Al remate no estaba Lewandowski, sí Gavi que desató toda su furia en la celebración, dedicándole el tanto a su compañero Dani Olmo, que pondrá fin al culebrón de las navidades tras recibir la cautelar del CSD.En el Athletic se terminó la especulación con el tanto azulgrana y, tras librarse milagrosamente del segundo por un error de Unai Simón en la entrega, Iñaki Williams empezó a hacer lo que mejor sabe hacer ante el Barça: tirar del carro de un equipo que echó en falta al pequeño de los Williams, pero topándose con el insólito Szczesny.Nico se puso a calentar para tratar de arreglar las cosas en la segunda parte y desde la lína de cal vio cómo su compañero de la selección, amigo y, en ocasiones, ‘padre’, Lamine Yamal volvió a sacar el genio que tiene en sus botas.Esta vez, ´papá´ fue Lamine YamalEn plena batalla Gavi-Yuri, el ex del Athletic, Íñigo Martínez, robó un balón primordial que Pedri se encargó de dar continuidad. Gavi dejó claro que cada vez que toca el balón pasan cosas y encontró a un Yamal que se plantó cara a cara ante Unai Simón para volver a despertar las ovaciones de la grada. Repetidas también en su sustitución inmediata, sin llegar a coincidir con Nico sobre el campo.La entrada del otro extremo de la selección española se notó. El Athletic empezó a bascular el ataque hacia la portería azulgrana, teniendo hasta dos goles anulados por fuera de juego, de De Marcos y de Iñaki Williams. El mayor de los hermanos se quedó sin un premio buscado en todo el partido.
Lo que ha echado de menos el FC Barcelona a Lamine Yamal ya es cosa del pasado. El regreso del talento azulgrana tras su lesión en el tobillo devolvió la magia a todo el equipo que, tras reconocerse de nuevo, firmó el pase a la final de la Supercopa de España ante un mermado Athletic Club, sin Sancet ni Nico Williams (en la primera parte).
La grada le demostró su clara predilección a Yamal desde el principio, con una serenata de admiración en sus dos primeras y ovacionadas intervenciones llenas de calidad. Pero por donde estaba fraguando el gol fue, paradójicamente, en la otra banda.
La intensidad de Gavi le devuelve el carácter al Barça
Por la izquierda empezó a desatarse Pedri, con conducciones endiabladas que desatascaron el juego azulgrana, y la descargó para que Balde hiciera la asistencia más clásica del fútbol. Al remate no estaba Lewandowski, sí Gavi que desató toda su furia en la celebración, dedicándole el tanto a su compañero Dani Olmo, que pondrá fin al culebrón de las navidades tras recibir la cautelar del CSD.
En el Athletic se terminó la especulación con el tanto azulgrana y, tras librarse milagrosamente del segundo por un error de Unai Simón en la entrega, Iñaki Williams empezó a hacer lo que mejor sabe hacer ante el Barça: tirar del carro de un equipo que echó en falta al pequeño de los Williams, pero topándose con el insólito Szczesny.
Nico se puso a calentar para tratar de arreglar las cosas en la segunda parte y desde la lína de cal vio cómo su compañero de la selección, amigo y, en ocasiones, ‘padre’, Lamine Yamal volvió a sacar el genio que tiene en sus botas.
Esta vez, ´papá´ fue Lamine Yamal
En plena batalla Gavi-Yuri, el ex del Athletic, Íñigo Martínez, robó un balón primordial que Pedri se encargó de dar continuidad. Gavi dejó claro que cada vez que toca el balón pasan cosas y encontró a un Yamal que se plantó cara a cara ante Unai Simón para volver a despertar las ovaciones de la grada. Repetidas también en su sustitución inmediata, sin llegar a coincidir con Nico sobre el campo.
La entrada del otro extremo de la selección española se notó. El Athletic empezó a bascular el ataque hacia la portería azulgrana, teniendo hasta dos goles anulados por fuera de juego, de De Marcos y de Iñaki Williams. El mayor de los hermanos se quedó sin un premio buscado en todo el partido.
