2025-01-04
Nuevo Mundo – 96.1
El primer ministro conservador austríaco, Karl Nehammer, anunció este sábado (04.01.2023) que dimitirá como canciller y presidente de su partido «en los próximos días» tras poner fin a las negociaciones con los socialdemócratas para intentar formar un gobierno. Nehammer ocupaba estos cargos desde diciembre de 2021.»Después de la ruptura de las negociaciones de coalición (…) abandonaré mis dos funciones como canciller y presidente del Partido Popular en los próximos días y permitiré una transición ordenada», indicó Nehammer en un mensaje en la red social X.El anuncio de dimisión llega más de tres meses después de las legislativas del 29 de septiembre que ganó la extrema derecha.El viernes, el partido liberal Neos decidió retirarse de las negociaciones tripartitas para formar un gobierno centrista.El objetivo era marginar al Partido de la Libertad de Austria (FPÖ, extrema derecha), que salió vencedor en las últimas legislativas.El FPÖ logró 28,8% de los votos, pero no pudo encontrar aliados para formar gobierno.El Partido Popular de Austria (ÖVP) quedó en segundo lugar con 26,3 % de los votos, seguido del Partido Socialdemócrata de Austria (SPÖ, centroizquierda) con 21,1 %.Retirada de NeosEstos resultados habían llevado a Nehammer a iniciar conversaciones con el SPÖ y Neos para formar un gobierno, pero se rompieron el viernes con la retirada de Neos.La líder de Neos, Beate Meinl-Reisinger, justificó su salida explicando que no fue posible alcanzar un acuerdo en cuestiones clave, ya que los otros partidos no querían afrontar reformas profundas del Estado pese a la difícil situación económica. Austria cerró en 2024 su segundo año de recesión.Los dos partidos centristas restantes habían dicho que querían continuar. Pero el sábado, Nehammer anunció en X que un «acuerdo con el SPÖ es imposible en temas clave» y que «en consecuencia, ponemos fin a las negociaciones con el SPÖ».Los últimos sondeos muestran un panorama para muchos preocupante: mientras el ÖVP y SPÖ tienen una intención de voto de cerca del 20-21 % cada uno, el ultra FPÖ ha aumentado su ventaja hasta el 35-37 %.
El primer ministro conservador austríaco, Karl Nehammer, anunció este sábado (04.01.2023) que dimitirá como canciller y presidente de su partido «en los próximos días» tras poner fin a las negociaciones con los socialdemócratas para intentar formar un gobierno. Nehammer ocupaba estos cargos desde diciembre de 2021.
«Después de la ruptura de las negociaciones de coalición (…) abandonaré mis dos funciones como canciller y presidente del Partido Popular en los próximos días y permitiré una transición ordenada», indicó Nehammer en un mensaje en la red social X.
El anuncio de dimisión llega más de tres meses después de las legislativas del 29 de septiembre que ganó la extrema derecha.
El viernes, el partido liberal Neos decidió retirarse de las negociaciones tripartitas para formar un gobierno centrista.
El objetivo era marginar al Partido de la Libertad de Austria (FPÖ, extrema derecha), que salió vencedor en las últimas legislativas.
El FPÖ logró 28,8% de los votos, pero no pudo encontrar aliados para formar gobierno.
El Partido Popular de Austria (ÖVP) quedó en segundo lugar con 26,3 % de los votos, seguido del Partido Socialdemócrata de Austria (SPÖ, centroizquierda) con 21,1 %.
Estos resultados habían llevado a Nehammer a iniciar conversaciones con el SPÖ y Neos para formar un gobierno, pero se rompieron el viernes con la retirada de Neos.
La líder de Neos, Beate Meinl-Reisinger, justificó su salida explicando que no fue posible alcanzar un acuerdo en cuestiones clave, ya que los otros partidos no querían afrontar reformas profundas del Estado pese a la difícil situación económica. Austria cerró en 2024 su segundo año de recesión.
Los dos partidos centristas restantes habían dicho que querían continuar. Pero el sábado, Nehammer anunció en X que un «acuerdo con el SPÖ es imposible en temas clave» y que «en consecuencia, ponemos fin a las negociaciones con el SPÖ».
Los últimos sondeos muestran un panorama para muchos preocupante: mientras el ÖVP y SPÖ tienen una intención de voto de cerca del 20-21 % cada uno, el ultra FPÖ ha aumentado su ventaja hasta el 35-37 %.
