2025-01-03
Nuevo Mundo – 96.1
La previa del duelo de Copa del Rey entre Marbella FC y Atlético de Madrid -que se podrá ver este sábado, 4 de enero, desde las 21:30 horas en La 1 y RTVE Play- viene salpicada, también en la zona del Metropolitano, por los vaivenes en torno a la inscripción de Dani Olmo por el FC Barcelona para lo que resta de temporada. «Seguramente las normas se llevarán a cabo y seguiremos conviviendo como se debe convivir en una sociedad cuando alguien comete un error o tiene que pagar por lo que hizo», explica Diego Pablo Simeone, confiado en que la situación se solucionará «como las normas indican».Además de valorar al atacante como «un jugador extraordinario», a quien le desea que «no afecte en su juego», el argentino también compartió sus impresiones sobre el encuentro de este sábado. Será ante el Marbella, un equipo «que viene creciendo en los resultados y en el aspecto defensivo» -precisamente, no pierde desde el 1 de diciembre ante el filial rojiblanco- y en un torneo, la Copa del Rey, con un recuerdo siempre especial para Simeone, dado que fue el primer título que levantó dirigiendo al Atlético de Madrid y, además, «ante el Real Madrid y en su campo», apunta.Simeone se muestra cauto ante la cantidad de «rivales importantes y muy buenos» presentes en el torneo pero apela al histórico, en el que el conjunto rojiblanco «es un equipo copero», aunque también incide en todo «el camino por recorrer» que queda.AutoexigenciaPese a la racha que acumula el equipo, con doce victorias consecutivas en todas las competiciones, culminada en el último encuentro de 2024 en casa del FC Barcelona, donde nunca había ganado Simeone como entrenador, el argentino estima que «lo que pasa a mitad de temporada no influye mucho al final». Tan fiel es a uno de sus mantras que vuelve a repasar su ´libreto´, indicando que todo lo que queda «habrá que atravesarlo partido a partido, buscando lo mejor del equipo en cada uno de ellos». En este sentido, se muestra ajeno a la presión que pueda venir desde fuera del vestuario y del club, mostrando una autoexigencia basada en la responsabilidad «que es muy difícil que se supere».
La previa del duelo de Copa del Rey entre Marbella FC y Atlético de Madrid -que se podrá ver este sábado, 4 de enero, desde las 21:30 horas en La 1 y RTVE Play- viene salpicada, también en la zona del Metropolitano, por los vaivenes en torno a la inscripción de Dani Olmo por el FC Barcelona para lo que resta de temporada. «Seguramente las normas se llevarán a cabo y seguiremos conviviendo como se debe convivir en una sociedad cuando alguien comete un error o tiene que pagar por lo que hizo», explica Diego Pablo Simeone, confiado en que la situación se solucionará «como las normas indican».
Además de valorar al atacante como «un jugador extraordinario», a quien le desea que «no afecte en su juego», el argentino también compartió sus impresiones sobre el encuentro de este sábado. Será ante el Marbella, un equipo «que viene creciendo en los resultados y en el aspecto defensivo» -precisamente, no pierde desde el 1 de diciembre ante el filial rojiblanco- y en un torneo, la Copa del Rey, con un recuerdo siempre especial para Simeone, dado que fue el primer título que levantó dirigiendo al Atlético de Madrid y, además, «ante el Real Madrid y en su campo», apunta.
Simeone se muestra cauto ante la cantidad de «rivales importantes y muy buenos» presentes en el torneo pero apela al histórico, en el que el conjunto rojiblanco «es un equipo copero», aunque también incide en todo «el camino por recorrer» que queda.
Autoexigencia
Pese a la racha que acumula el equipo, con doce victorias consecutivas en todas las competiciones, culminada en el último encuentro de 2024 en casa del FC Barcelona, donde nunca había ganado Simeone como entrenador, el argentino estima que «lo que pasa a mitad de temporada no influye mucho al final». Tan fiel es a uno de sus mantras que vuelve a repasar su ´libreto´, indicando que todo lo que queda «habrá que atravesarlo partido a partido, buscando lo mejor del equipo en cada uno de ellos». En este sentido, se muestra ajeno a la presión que pueda venir desde fuera del vestuario y del club, mostrando una autoexigencia basada en la responsabilidad «que es muy difícil que se supere».
