2024-01-15
Nuevo Mundo – 96.1
El presidente de Guatemala, Bernardo Arévalo, reconoció que los desafíos políticos que enfrenta no terminaron con su asunción, ya que continuarán a lo largo de su Gobierno por las presiones que recibirá de parte de la oposición que trató de impedir hasta el último minuto que jurara en el cargo.»Hoy están comenzando cuatro años que estarán marcados por obstáculos que no podemos imaginar en este momento», explicó el líder progresista durante la madrugada de este lunes en el Palacio Nacional de la Cultura, en donde habló ante las miles de personas que lo esperaban en la Plaza de la Constitución.El discurso coronó una tensa e histórica jornada en la que se repitieron las maniobras opositoras que comenzaron desde que Arévalo, entonces candidato del Movimiento Semilla, pasó a la segunda vuelta en las elecciones realizadas el pasado 25 de junio.A partir de ese día, el proceso electoral se judicializó con la intención de excluir a Arévalo y a su partido de la contienda, y luego para invalidar su triunfo en el ballotage que se llevó a cabo el 20 de agosto. No obstante, el papel de la comunidad internacional fue decisivo para evitar que la democracia colapsara en el país centroamericano.El domingo predominó la incertidumbre, pero finalmente Arévalo pudo asumir y celebrar frente a sus seguidores, aunque con cautela.»Debemos asumir la responsabilidad del presente y el presente nos pone retos importantes. No podemos acostumbrarnos al dolor diario, ni apartar la vista del espejo para no ver nuestras realidades dolorosas. Ha sido extenuante lo vivido en todos estos años, exacerbado por estos meses de incertidumbre», explicó.Sin miedoEl ahora mandatario en funciones advirtió que no quería ofrecer las típicas palabras de un político, sino construir un nuevo país junto con la sociedad para terminar con la corrupción, la discriminación y el racismo.Antes, la vicepresidenta Karin Herrera lamentó las interminables maniobras que llevaron a cabo sus adversarios para impedirles tomar posesión y cumplir con el mandato de las urnas.»Quisieron que tuviéramos miedo hasta el último día, pero lo único que vemos acá es valentía», dijo frente a la multitud que esperó con paciencia el desenlace de las irregularidades que el domingo ensombrecieron el clima político y retrasaron durante horas la asunción.Herrera aseguró que no se conformará hasta que en Guatemala haya «más justicia, más igualdad y más oportunidades», en particular en favor de los jóvenes.ResponsabilidadLa certeza de que el Gobierno de Arévalo no será fácil fue el común denominador de las columnas de opinión de este lunes en los medios de comunicación guatemaltecos.»No han desaparecido las posibilidades de un Gobierno con dificultad extrema de realizar sus planes de trabajo, ni de una continuación de la guerra sin cuartel iniciada desde agosto», advirtió el periodista y escritor Mario Antonio Sandoval, en un artículo publicado en el diario Prensa Libre.Sin embargo, advirtió, el «bochornoso espectáculo» que se vivió a raíz del intento de evitar la toma de posesión del nuevo presidente «desprestigiará mucho tiempo a sus protagonistas».»Ayer se comprobó la absoluta irresponsabilidad de todos los funcionarios de [Alejandro] Giammattei [presidente saliente], con acciones dilatorias y malintencionadas, con el uso de la ley aplicada en forma malintencionada y disfrazada de legalidades», acusó.El diario La Hora, por su parte, publicó un editorial en el que confió en que la gestión de Arévalo abra «una enorme ventana de oportunidad» para iniciar la reconfiguración del Estado, erradicando las organizaciones criminales promotoras de la corrupción.»Para ser honestos y sinceros, ese cambio no depende de lo que pueda o quiera hacer el Presidente Constitucional Bernardo Arévalo, sino, fundamentalmente, de la actitud que tenga la sociedad para unirse en la tarea imprescindible de producir los cambios que se requieren», aclaró.La prensa prevé que Arévalo tendrá que jugar el papel de un líder que ayude a lograr los acuerdos entre todos los sectores de la sociedad, porque ese fue su mandato, pero estiman que la responsabilidad también recaerá en los ciudadanos.»Quienes se supieron organizar para cometer el crimen del terrible saqueo de los recursos públicos, harán todo lo que puedan por hacer que este momento de esperanza e ilusión que hoy vivimos se disipe en medio de las divisiones que han sabido alentar para confrontar, por temas absurdos y nada profundos, a la sociedad», refiere la editorial de La Hora, al coincidir en que los grupos de interés que no querían un Gobierno de Arévalo, seguirán operando en contra.
El presidente de Guatemala, Bernardo Arévalo, reconoció que los desafíos políticos que enfrenta no terminaron con su asunción, ya que continuarán a lo largo de su Gobierno por las presiones que recibirá de parte de la oposición que trató de impedir hasta el último minuto que jurara en el cargo.
«Hoy están comenzando cuatro años que estarán marcados por obstáculos que no podemos imaginar en este momento», explicó el líder progresista durante la madrugada de este lunes en el Palacio Nacional de la Cultura, en donde habló ante las miles de personas que lo esperaban en la Plaza de la Constitución.
El discurso coronó una tensa e histórica jornada en la que se repitieron las maniobras opositoras que comenzaron desde que Arévalo, entonces candidato del Movimiento Semilla, pasó a la segunda vuelta en las elecciones realizadas el pasado 25 de junio.
A partir de ese día, el proceso electoral se judicializó con la intención de excluir a Arévalo y a su partido de la contienda, y luego para invalidar su triunfo en el ballotage que se llevó a cabo el 20 de agosto. No obstante, el papel de la comunidad internacional fue decisivo para evitar que la democracia colapsara en el país centroamericano.
El domingo predominó la incertidumbre, pero finalmente Arévalo pudo asumir y celebrar frente a sus seguidores, aunque con cautela.
«Debemos asumir la responsabilidad del presente y el presente nos pone retos importantes. No podemos acostumbrarnos al dolor diario, ni apartar la vista del espejo para no ver nuestras realidades dolorosas. Ha sido extenuante lo vivido en todos estos años, exacerbado por estos meses de incertidumbre», explicó.
El ahora mandatario en funciones advirtió que no quería ofrecer las típicas palabras de un político, sino construir un nuevo país junto con la sociedad para terminar con la corrupción, la discriminación y el racismo.
Antes, la vicepresidenta Karin Herrera lamentó las interminables maniobras que llevaron a cabo sus adversarios para impedirles tomar posesión y cumplir con el mandato de las urnas.
«Quisieron que tuviéramos miedo hasta el último día, pero lo único que vemos acá es valentía», dijo frente a la multitud que esperó con paciencia el desenlace de las irregularidades que el domingo ensombrecieron el clima político y retrasaron durante horas la asunción.
Herrera aseguró que no se conformará hasta que en Guatemala haya «más justicia, más igualdad y más oportunidades», en particular en favor de los jóvenes.
La certeza de que el Gobierno de Arévalo no será fácil fue el común denominador de las columnas de opinión de este lunes en los medios de comunicación guatemaltecos.
«No han desaparecido las posibilidades de un Gobierno con dificultad extrema de realizar sus planes de trabajo, ni de una continuación de la guerra sin cuartel iniciada desde agosto», advirtió el periodista y escritor Mario Antonio Sandoval, en un artículo publicado en el diario Prensa Libre.
Sin embargo, advirtió, el «bochornoso espectáculo» que se vivió a raíz del intento de evitar la toma de posesión del nuevo presidente «desprestigiará mucho tiempo a sus protagonistas».
«Ayer se comprobó la absoluta irresponsabilidad de todos los funcionarios de [Alejandro] Giammattei [presidente saliente], con acciones dilatorias y malintencionadas, con el uso de la ley aplicada en forma malintencionada y disfrazada de legalidades», acusó.
El diario La Hora, por su parte, publicó un editorial en el que confió en que la gestión de Arévalo abra «una enorme ventana de oportunidad» para iniciar la reconfiguración del Estado, erradicando las organizaciones criminales promotoras de la corrupción.
«Para ser honestos y sinceros, ese cambio no depende de lo que pueda o quiera hacer el Presidente Constitucional Bernardo Arévalo, sino, fundamentalmente, de la actitud que tenga la sociedad para unirse en la tarea imprescindible de producir los cambios que se requieren», aclaró.
La prensa prevé que Arévalo tendrá que jugar el papel de un líder que ayude a lograr los acuerdos entre todos los sectores de la sociedad, porque ese fue su mandato, pero estiman que la responsabilidad también recaerá en los ciudadanos.
«Quienes se supieron organizar para cometer el crimen del terrible saqueo de los recursos públicos, harán todo lo que puedan por hacer que este momento de esperanza e ilusión que hoy vivimos se disipe en medio de las divisiones que han sabido alentar para confrontar, por temas absurdos y nada profundos, a la sociedad», refiere la editorial de La Hora, al coincidir en que los grupos de interés que no querían un Gobierno de Arévalo, seguirán operando en contra.
