2023-11-29
Nuevo Mundo – 96.1
Tras el reporte de la muerte de una niña de diez años por una infección cerebral causada por una ´ameba comecerebros´, luego de nadar en una piscina, las autoridades han llamado a redoblar las medidas de limpieza en los cuerpos de agua y han pedido calma a la población mientras continúan las investigaciones.Semana reveló el caso de la menor Stefanía Villamizar, quien luego de unas vacaciones familiares en junio pasado, en la ciudad de Santa Marta (Magdalena), comenzó a sentir una serie de malestares que culminaron con su muerte, dos meses después, por una infección del cerebro causada por la ´Naegleria fowleri´.La infección destruye el tejido cerebral ocasionando una inflamación del cerebro y la muerte. Es considerada extraña en humanos, pero su tasa de mortalidad es del 97 %, según un análisis del Centro de Prevención y Control de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) de EE.UU.Llamado a la tranquilidadEl caso es manejado por el Instituto Nacional de Salud (INS), que hizo una investigación de campo en Santa Marta y Bucaramanga, lo que permitió determinar que el contagio ocurrió por una ameba que no genera riesgo para la comunidad, recoge El Tiempo.Según los análisis, la menor de edad realizó inmersiones en distintos cuerpos de agua dulce para uso recreativo donde contrajo el agente infeccioso. Sin embargo, su contacto con las personas no genera la misma respuesta patológica que causó el deceso de la niña.Se presume que la pequeña fue afectada porque tendría susceptibilidad anatómica o fisiológica a dichos agentes, lo que representa una situación excepcional y poco frecuente.Según la publicación, se hizo un nuevo monitoreo tras los resultados de los exámenes y no se conocieron nuevos casos ni se detectaron infecciones de ese tipo entre los miembros de la familia de Villamizar que estuvieron con ella en los mismos lugares.»Un caso único hasta el momento»El jefe de la Secretaría de Salud de la Alcaldía de Santa Marta, Jorge Bernal, manifestó a Semana que no tenía mayor información sobre la muerte de la menor debido a que recibió tratamiento en Bucaramanga (Santander), su ciudad de origen.Aseveró que antes de que se difundiera la información sobre la muerte de Villamizar se tomaron muestras del agua de la piscina del hotel donde estuvo su familia y no se hallaron elementos que alertaran sobre algo anormal.Reveló que esa alberca sigue en funcionamiento, mientras prosiguen las indagaciones del INS y que el organismo que dirige ha redoblado la inspección y evaluaciones técnicas en los balnearios de esa entidad.En una entrevista a El Tiempo, Bernal dijo que «este caso parece ser único hasta el momento» y agregó que está «intentando localizar a la familia de la menor y conocer de primera mano lo que sucedió».
Tras el reporte de la muerte de una niña de diez años por una infección cerebral causada por una ´ameba comecerebros´, luego de nadar en una piscina, las autoridades han llamado a redoblar las medidas de limpieza en los cuerpos de agua y han pedido calma a la población mientras continúan las investigaciones.
Semana reveló el caso de la menor Stefanía Villamizar, quien luego de unas vacaciones familiares en junio pasado, en la ciudad de Santa Marta (Magdalena), comenzó a sentir una serie de malestares que culminaron con su muerte, dos meses después, por una infección del cerebro causada por la ´Naegleria fowleri´.
La infección destruye el tejido cerebral ocasionando una inflamación del cerebro y la muerte. Es considerada extraña en humanos, pero su tasa de mortalidad es del 97 %, según un análisis del Centro de Prevención y Control de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) de EE.UU.
El caso es manejado por el Instituto Nacional de Salud (INS), que hizo una investigación de campo en Santa Marta y Bucaramanga, lo que permitió determinar que el contagio ocurrió por una ameba que no genera riesgo para la comunidad, recoge El Tiempo.
Según los análisis, la menor de edad realizó inmersiones en distintos cuerpos de agua dulce para uso recreativo donde contrajo el agente infeccioso. Sin embargo, su contacto con las personas no genera la misma respuesta patológica que causó el deceso de la niña.
Se presume que la pequeña fue afectada porque tendría susceptibilidad anatómica o fisiológica a dichos agentes, lo que representa una situación excepcional y poco frecuente.
Según la publicación, se hizo un nuevo monitoreo tras los resultados de los exámenes y no se conocieron nuevos casos ni se detectaron infecciones de ese tipo entre los miembros de la familia de Villamizar que estuvieron con ella en los mismos lugares.
El jefe de la Secretaría de Salud de la Alcaldía de Santa Marta, Jorge Bernal, manifestó a Semana que no tenía mayor información sobre la muerte de la menor debido a que recibió tratamiento en Bucaramanga (Santander), su ciudad de origen.
Aseveró que antes de que se difundiera la información sobre la muerte de Villamizar se tomaron muestras del agua de la piscina del hotel donde estuvo su familia y no se hallaron elementos que alertaran sobre algo anormal.
Reveló que esa alberca sigue en funcionamiento, mientras prosiguen las indagaciones del INS y que el organismo que dirige ha redoblado la inspección y evaluaciones técnicas en los balnearios de esa entidad.
En una entrevista a El Tiempo, Bernal dijo que «este caso parece ser único hasta el momento» y agregó que está «intentando localizar a la familia de la menor y conocer de primera mano lo que sucedió».
