2021-11-02
Nuevo Mundo – 96.1
Los efectos de la pandemia aún no terminan de sentirse ni dimensionarse en todo el mundo. En el caso de los pueblos indígenas latinoamericanos el impacto ha sido tan fuerte que muchas comunidades han quedado en serio riesgo de desaparecer. La XV Asamblea General del Fondo para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas de América Latina y el Caribe (FILAC) se dio a la tarea de analizar la realidad de las comunidades indígenas desde la óptica del impacto de la pandemia.Los efectos del covid han sido muchos y variados dentro de las comunidades indígenas. Myrna Cunningham, presidenta del FILAC, los resume en tres daños fundamentales: «el primero diría que son el contagio y fallecimiento, especialmente en la región amazónica. El segundo aspecto es que se profundizaron las desigualdades en acceso a salud y educación. Esto último por la brecha tecnológica. Un tercer impacto es el económico, los indígenas que están a nivel urbano perdieron sus trabajos y los que viven en el campo perdieron sus cosechas porque no pudieron venderlas por el confinamiento”, explica.Otro de los aspectos que han afectado directamente a estas comunidades en América Latina y el Caribe son las concesiones implementadas por los gobiernos, que permitieron que empresas o trabajadores de diferentes rubros ocuparan territorios indígenas. «Tenemos pueblos que fueron invadidos, incluso por narcotraficantes, como es el caso de Colombia. Esta invasión ha obligado a enfrentamientos y migración de numerosos pueblos. Algo que se repite en Centroamérica y el Caribe, en estos últimos casos producto también de los huracanes e inundaciones”, explica Cunnigham.Para la presidenta del FILAC, la suma de la muerte de ancianos más la migración forzada da como resultado el riesgo de sobrevivencia de muchas culturas. «Yo diría que lo que más ha afectado a los indígenas es la muerte de los mayores, de los sabios, los conocedores de la cultura, de los idiomas. Hay algunos pueblos que tienen muy pocos hablantes, entonces al perder a los más viejos se corre el enorme riesgo de que esas culturas se pierdan totalmente. Hay un peligro real de extinción de esos pueblos, especialmente en Sudamérica y México”.
Los efectos de la pandemia aún no terminan de sentirse ni dimensionarse en todo el mundo. En el caso de los pueblos indígenas latinoamericanos el impacto ha sido tan fuerte que muchas comunidades han quedado en serio riesgo de desaparecer. La XV Asamblea General del Fondo para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas de América Latina y el Caribe (FILAC) se dio a la tarea de analizar la realidad de las comunidades indígenas desde la óptica del impacto de la pandemia.
Los efectos del covid han sido muchos y variados dentro de las comunidades indígenas. Myrna Cunningham, presidenta del FILAC, los resume en tres daños fundamentales: «el primero diría que son el contagio y fallecimiento, especialmente en la región amazónica. El segundo aspecto es que se profundizaron las desigualdades en acceso a salud y educación. Esto último por la brecha tecnológica. Un tercer impacto es el económico, los indígenas que están a nivel urbano perdieron sus trabajos y los que viven en el campo perdieron sus cosechas porque no pudieron venderlas por el confinamiento”, explica.
Otro de los aspectos que han afectado directamente a estas comunidades en América Latina y el Caribe son las concesiones implementadas por los gobiernos, que permitieron que empresas o trabajadores de diferentes rubros ocuparan territorios indígenas. «Tenemos pueblos que fueron invadidos, incluso por narcotraficantes, como es el caso de Colombia. Esta invasión ha obligado a enfrentamientos y migración de numerosos pueblos. Algo que se repite en Centroamérica y el Caribe, en estos últimos casos producto también de los huracanes e inundaciones”, explica Cunnigham.
Para la presidenta del FILAC, la suma de la muerte de ancianos más la migración forzada da como resultado el riesgo de sobrevivencia de muchas culturas. «Yo diría que lo que más ha afectado a los indígenas es la muerte de los mayores, de los sabios, los conocedores de la cultura, de los idiomas. Hay algunos pueblos que tienen muy pocos hablantes, entonces al perder a los más viejos se corre el enorme riesgo de que esas culturas se pierdan totalmente. Hay un peligro real de extinción de esos pueblos, especialmente en Sudamérica y México”.