2021-07-01
Nuevo Mundo – 96.1
Existen historias que emocionan, otras incluso que logran sacar un par de lágrimas y sonrisas. Esta sin duda es una que emociona y hace sentir amor por parte de la naturaleza.Esta es la historia de Peyo, un semental de 15 años que pasa sus días dando vueltas en el Hospital de Calais en Francia. ¿Pero qué hace un caballo en un hospital de Francia?Su labor fundamental es ayudar a brindar consuelo a los pacientes que sufren cáncer y están acercándose al final de su vida terrenal. Peyo ha sido entrenado originalmente para participar en espectáculos ecuestres, sin embargo, su guía Hassen Bouchakour se dio cuenta de que él podía llegar a tener una vocación diferente.Algo muy característico de Peyo, era siempre al terminar los espectáculos ecuestres, se dirigía al público y le gustaba mantenerse cerca de ellos. Luego, Bouchakour se percata de que comenzaba a escoger estar con personas enfermas física o mentalmente.Y es así como en el año 2016 Bouchakour y Peyo inician a trabajar en el Hospital Calais como voluntarios casi todos los días, para poder llenar de alegría y felicidad a los pacientes en la unidad de cuidados paliativos del hospital.
Existen historias que emocionan, otras incluso que logran sacar un par de lágrimas y sonrisas. Esta sin duda es una que emociona y hace sentir amor por parte de la naturaleza.
Esta es la historia de Peyo, un semental de 15 años que pasa sus días dando vueltas en el Hospital de Calais en Francia. ¿Pero qué hace un caballo en un hospital de Francia?
Su labor fundamental es ayudar a brindar consuelo a los pacientes que sufren cáncer y están acercándose al final de su vida terrenal. Peyo ha sido entrenado originalmente para participar en espectáculos ecuestres, sin embargo, su guía Hassen Bouchakour se dio cuenta de que él podía llegar a tener una vocación diferente.
Algo muy característico de Peyo, era siempre al terminar los espectáculos ecuestres, se dirigía al público y le gustaba mantenerse cerca de ellos. Luego, Bouchakour se percata de que comenzaba a escoger estar con personas enfermas física o mentalmente.
Y es así como en el año 2016 Bouchakour y Peyo inician a trabajar en el Hospital Calais como voluntarios casi todos los días, para poder llenar de alegría y felicidad a los pacientes en la unidad de cuidados paliativos del hospital.