2024-04-10
Nuevo Mundo – 96.1
Esa sonrisa que hacía tiempo que el Barça no tenía en una noche de Champions volvió en París, con un excelso partido de los de Xavi Hernández. El infierno que prometían los aficionados del PSG en la previa duró 37 minutos, hasta que Raphinha, en su mejor noche de azulgrana, apareció con el extintor en el minuto 37 para quitarle definitivamente los nervios y los complejos con los que los azulgrana saltaron al partido.Las llamas del Parque de los Príncipes volvieron a avivarse con un trepidante inicio de la segunda parte que casi le cuesta el partido a los culés. Vitinha y Dembélé desataron la locura en París en apenas 2 minutos para poner a los locales por delante.Xavi acertó de lleno con los cambios: primero con Pedri, que demostró que su enésima lesión no le ha hecho perder la magia que tiene en sus botas. El canario se sacó una asistencia, muy típica ya, para que Raphinha, otra vez, acallara el estadio.Christensen, en su primera ocasión, lanzó un gélido cabezazo que extinguió las llamas para que el Barcelona se juegue en casa la eliminatoria. En el partido se vio muy poco de Mbappé, que promete volver a citarse con los inconmensurables Araújo, Koundé y Cubarsí en defensa.
Esa sonrisa que hacía tiempo que el Barça no tenía en una noche de Champions volvió en París, con un excelso partido de los de Xavi Hernández. El infierno que prometían los aficionados del PSG en la previa duró 37 minutos, hasta que Raphinha, en su mejor noche de azulgrana, apareció con el extintor en el minuto 37 para quitarle definitivamente los nervios y los complejos con los que los azulgrana saltaron al partido.
Las llamas del Parque de los Príncipes volvieron a avivarse con un trepidante inicio de la segunda parte que casi le cuesta el partido a los culés. Vitinha y Dembélé desataron la locura en París en apenas 2 minutos para poner a los locales por delante.
Xavi acertó de lleno con los cambios: primero con Pedri, que demostró que su enésima lesión no le ha hecho perder la magia que tiene en sus botas. El canario se sacó una asistencia, muy típica ya, para que Raphinha, otra vez, acallara el estadio.
Christensen, en su primera ocasión, lanzó un gélido cabezazo que extinguió las llamas para que el Barcelona se juegue en casa la eliminatoria. En el partido se vio muy poco de Mbappé, que promete volver a citarse con los inconmensurables Araújo, Koundé y Cubarsí en defensa.
