2021-10-25
Nuevo Mundo – 96.1
Entre los que están en riesgo en Afganistán «se encuentran 3,2 millones de niños menores de cinco años que se espera que padezcan desnutrición aguda antes de fin de año», según este informe del Grupo codirigido por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y el Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas (PMA).»Afganistán está ahora entre las peores crisis humanitarias del mundo, si no la peor, y la seguridad alimentaria casi se ha derrumbado. Este invierno millones de afganos se verán obligados a elegir entre la migración y la hambruna», dijo el director Ejecutivo del PMA, David Beasley.Los organismos de Naciones Unidas explican que «los impactos combinados de la sequía, los conflictos, la COVID-19 y la crisis económica han afectado gravemente las vidas, los medios de subsistencia y el acceso de las personas a los alimentos» y además se añade que «se avecina el duro invierno de Afganistán, que amenaza con aislar áreas del país donde las familias dependen desesperadamente de la asistencia humanitaria para sobrevivir».El informe concluye que «más de uno de cada dos afganos se enfrentará a niveles de crisis (IPC Fase 3) o emergencia (IPC Fase 4) de inseguridad alimentaria aguda desde noviembre de 2021 a marzo de 2022.Por ello se requieren «intervenciones humanitarias urgentes para satisfacer las necesidades alimentarias básicas, proteger los medios de subsistencia y prevenir una catástrofe humanitaria».El informe también señala que este es el número más alto de personas con inseguridad alimentaria aguda jamás registrado en los diez años que la ONU ha estado realizando análisis de IPC en Afganistán y a nivel mundial, este país es donde hay «el mayor número de personas en situación de inseguridad alimentaria aguda, tanto en términos absolutos como relativos».
Entre los que están en riesgo en Afganistán «se encuentran 3,2 millones de niños menores de cinco años que se espera que padezcan desnutrición aguda antes de fin de año», según este informe del Grupo codirigido por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y el Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas (PMA).
«Afganistán está ahora entre las peores crisis humanitarias del mundo, si no la peor, y la seguridad alimentaria casi se ha derrumbado. Este invierno millones de afganos se verán obligados a elegir entre la migración y la hambruna», dijo el director Ejecutivo del PMA, David Beasley.
Los organismos de Naciones Unidas explican que «los impactos combinados de la sequía, los conflictos, la COVID-19 y la crisis económica han afectado gravemente las vidas, los medios de subsistencia y el acceso de las personas a los alimentos» y además se añade que «se avecina el duro invierno de Afganistán, que amenaza con aislar áreas del país donde las familias dependen desesperadamente de la asistencia humanitaria para sobrevivir».
El informe concluye que «más de uno de cada dos afganos se enfrentará a niveles de crisis (IPC Fase 3) o emergencia (IPC Fase 4) de inseguridad alimentaria aguda desde noviembre de 2021 a marzo de 2022.
Por ello se requieren «intervenciones humanitarias urgentes para satisfacer las necesidades alimentarias básicas, proteger los medios de subsistencia y prevenir una catástrofe humanitaria».
El informe también señala que este es el número más alto de personas con inseguridad alimentaria aguda jamás registrado en los diez años que la ONU ha estado realizando análisis de IPC en Afganistán y a nivel mundial, este país es donde hay «el mayor número de personas en situación de inseguridad alimentaria aguda, tanto en términos absolutos como relativos».