Nicolás Maduro anunció nuevas jornadas de alistamiento en Venezuela tras el despliegue militar de EE.UU. en el Caribe. El presidente aseguró que el pueblo y la Fuerza Armada Nacional Bolivariana están listos para defender la soberanía del país.
Maduro amplía el llamado a filas en Venezuela ante despliegue militar de EE.UU. en el Caribe
Nicolás Maduro, presidente de Venezuela, anunció este lunes la ampliación del llamado a filas con nuevas jornadas de alistamiento, como respuesta al despliegue militar de Estados Unidos en el sur del mar Caribe. El mandatario aseguró que el país está preparado para defender su soberanía y que la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB), la Milicia y el pueblo actuarán unidos frente a cualquier intento de agresión.
El anuncio del presidente venezolano
“Ordené que el próximo viernes 29 y sábado 30 de agosto continúe esta jornada heroica de Llamado a Filas para defender nuestro derecho a la paz, nuestra soberanía y por un futuro esplendoroso”, afirmó Maduro a través de un mensaje publicado en su cuenta oficial de Telegram. La decisión surge días después de conocerse que Estados Unidos desplegó fuerzas navales y aéreas en el Caribe con el argumento de combatir el narcotráfico, lo que Caracas considera un pretexto para justificar acciones de presión militar.
El llamado a filas no es un hecho aislado, sino parte de un plan de defensa integral que busca movilizar a la población. De acuerdo con las autoridades venezolanas, se espera que más de 4,5 millones de milicianos participen en las jornadas, fortaleciendo la capacidad operativa del sistema defensivo del país.
La narrativa de soberanía y resistencia
En su discurso, Maduro destacó la identidad histórica del pueblo venezolano, recordando que “en esta sangre corre la herencia de los libertadores de América”. Según el presidente, Venezuela es un pueblo pacifista pero también un pueblo “guerrero”, dispuesto a resistir cualquier intento de dominación extranjera. “Queremos paz y aquí triunfará la paz”, sostuvo.
Este mensaje de Maduro se enmarca en un relato de soberanía y resistencia frente a las acciones estadounidenses, las cuales han sido percibidas por el Gobierno venezolano como una estrategia de “cambio de régimen”. Para Caracas, la presencia militar de EE.UU. en el Caribe sur representa una amenaza directa a la estabilidad regional y un acto de injerencia en los asuntos internos del país.
Contexto del despliegue militar de EE.UU.
El gobierno estadounidense, a través de su Departamento de Defensa, confirmó recientemente el envío de unidades navales y aéreas al mar Caribe. Oficialmente, el argumento de Washington es reforzar la lucha contra el narcotráfico en la región. Sin embargo, desde Venezuela y otros países latinoamericanos se cuestiona esta justificación debido a la falta de pruebas que vinculen directamente al Estado venezolano con actividades de narcotráfico.
El despliegue militar fue interpretado en Caracas como una maniobra de presión política y militar. Maduro advirtió que “ningún imperio va a venir a tocar suelo sagrado de Venezuela ni de Suramérica”. Además, denunció que estas acciones buscan generar inestabilidad y debilitar el sistema político venezolano.
El rol de la FANB y la Milicia Nacional
Uno de los ejes centrales del llamado a filas de Maduro es la participación activa de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) y la Milicia Nacional. Ambas instituciones han sido presentadas como pilares fundamentales de la defensa nacional. Según el presidente, “el pueblo, la FANB y la Milicia hoy somos más fuertes que nunca. ¡Los pueblos del mundo admiran nuestra valentía!”.
En las últimas semanas, la FANB ha realizado ejercicios militares en diferentes puntos del país, reforzando la preparación de tropas y simulando escenarios de defensa. Estos ejercicios se enmarcan dentro del concepto de “guerra popular prolongada”, inspirado en la doctrina militar de resistencia frente a fuerzas extranjeras.
Apoyo internacional a Venezuela
Maduro y el anuncio del despliegue militar estadounidense no solo generó rechazo en Caracas, sino también en varios países de América Latina y potencias extranjeras. Durante una cumbre virtual, los países miembros de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) condenaron las acciones de Washington. En el encuentro participaron los líderes de Cuba, México, Colombia y Bolivia, quienes expresaron su solidaridad con Venezuela.
A este bloque de apoyo se sumaron China y Rusia, dos aliados estratégicos del gobierno venezolano. Moscú y Pekín han reiterado su respaldo a la soberanía de Venezuela y han criticado cualquier intento de intervención extranjera. En particular, Rusia ha reforzado en el pasado su cooperación militar y tecnológica con Caracas, mientras que China mantiene estrechos lazos económicos y diplomáticos.
El impacto regional de la crisis
El enfrentamiento entre Venezuela y Estados Unidos tiene repercusiones más allá de las fronteras venezolanas. La presencia militar de Washington en el Caribe sur podría intensificar la polarización política en la región y aumentar las tensiones entre bloques ideológicos. Mientras que algunos países respaldan la estrategia estadounidense, otros la ven como una amenaza a la paz regional.
Además, la crisis venezolana sigue teniendo un impacto humanitario. Millones de ciudadanos han migrado en los últimos años debido a la situación económica, lo que representa un desafío para los países receptores en Sudamérica y el Caribe. En este contexto, un aumento de las tensiones militares solo complicaría los esfuerzos diplomáticos para encontrar soluciones pacíficas y sostenibles.
Conclusión
El llamado a filas de Nicolás Maduro representa una estrategia política y militar que busca consolidar la unidad interna frente a las presiones externas. Al mismo tiempo, refleja la creciente tensión entre Venezuela y Estados Unidos, cuyo despliegue militar en el Caribe ha sido interpretado como una amenaza directa a la soberanía del país. Con el respaldo de aliados regionales y potencias como Rusia y China, el gobierno venezolano busca proyectar una imagen de resistencia y fortaleza.
Sin embargo, la situación también plantea interrogantes sobre el futuro de la región. ¿Será posible evitar una escalada militar? ¿Se impondrá el diálogo diplomático o continuará la lógica de confrontación? Lo cierto es que el escenario actual demuestra que la geopolítica en América Latina sigue siendo un tablero en disputa, donde Venezuela ocupa un lugar central en el debate sobre soberanía, paz y seguridad.
Información por RT y Nuevo Mundo
