Reclusos de la Mara Salvatrucha retuvieron a varios guardias en las cárceles de El Boquerón y Pavoncito, exigiendo el traslado de sus líderes recluidos en la prisión de máxima seguridad Renovación 1.
Pandilleros de la Mara Salvatrucha vuelven a generar crisis en cárceles
En las cárceles El Boquerón y Pavoncito, los pandilleros de la Mara Salvatrucha protagonizaron un nuevo episodio de violencia al retener como rehenes a varios guardias del Sistema Penitenciario. Este hecho se suma a la cadena de crisis que ha generado la estructura criminal en el sistema carcelario de Guatemala.
La exigencia de los pandilleros de la Mara Salvatrucha
Según fuentes oficiales, la principal demanda de los pandilleros de la Mara Salvatrucha es que sus líderes, actualmente recluidos en el centro de máxima seguridad Renovación 1, sean trasladados hacia otros centros penitenciarios donde puedan recuperar control y comunicación con sus estructuras criminales.
Respuesta de las autoridades
El Sistema Penitenciario y las fuerzas de seguridad mantienen operativos en torno a El Boquerón y Pavoncito con el objetivo de resguardar la integridad de los guardias retenidos y evitar un motín mayor. Sin embargo, la presión de los pandilleros de la Mara Salvatrucha evidencia nuevamente las dificultades del Estado para contener a esta organización dentro de los recintos carcelarios.
Riesgo de nuevos incidentes
Especialistas en temas de seguridad advierten que mientras los líderes de la estructura permanezcan aislados en Renovación 1, los pandilleros de la Mara Salvatrucha continuarán con acciones violentas y retención de personal penitenciario como método de presión.
La crisis actual reafirma la necesidad de reforzar la política penitenciaria del país y mejorar los protocolos de seguridad para evitar que los grupos criminales mantengan poder e influencia desde las cárceles.
Conclusión
El caso de los pandilleros de la Mara Salvatrucha en El Boquerón y Pavoncito pone de manifiesto el desafío constante que enfrenta Guatemala frente al crimen organizado. La exigencia de trasladar a sus líderes desde Renovación 1 demuestra la intención de recuperar poder dentro del sistema penitenciario, a costa de la seguridad de guardias y autoridades.